Bitacora del Calamar
Sabado 21 de noviembre del dos mil tantos...
Hacia frio, no sabia por donde empezar mi busqueda pero no podia detenerme a pensar. No habia tiempo.
Era ya mucho para mi andar a este paso, bajo esta densa neblina y el peso de la noche sobre mis hombros, mi vieja linterna que proyectaba blanca luz se opacaba cada vez mas a mi paso, pero ya estaba cerca lo podia sentir.
A tres metros de distancia se encontraba aquella tumba, donde mis recuerdos prestaban posada a la tristeza y el no saber porque, mi mapa encontraba el tesoro cerca, pero no podia dejar pasar la oportunidad de saludar a mi viejo amigo Steven, y me da gusto el recordar nuestras aventuras juntos en Altamar.
Poco despues camine hacia el norte, el frio no me permitia ver con claridad el lugar indicado pero sabia que era ahi, y comence a cavar. Uno o dos metros cave, mis manos sudorosas me permitieron ver un cofre en lo profundo de m hermana tierra, era como si me estuviera llamando. Con dificultad pude extraerlo y para mi sorpresa la cerradura ya estaba abierta y en el interior solamente una nota.
viernes, 25 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario