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viernes, 25 de diciembre de 2009

Las aventuras del Capitan Calamar

" Bitácora del Calamar a 17 de diciembre de no se cuantos"


Tuve la extraña sensación de que era una trampa, ¿porque me pidio que lo siguiera solo? en fin, ya estaba en camino detras de el pero con todos mis sentidos alertas, ¿amigos o enemigos?, ¿y si al final quien ha caido en la trampa he sido yo?...

El extraño hombre pidio al capitan que lo acompañara a encontrarse con su jefe, con el lider de los Nici, el capitan hizo la seña a sus hombres de acompañarlo pero este pidio que solamente el capitan lo acompañara, este accedio e internandose en la boscosa selva de aquella misteriosa isla se perdieron lentamente de la vista de todos los demas.

Cada paso, cada momento que miraba a aquel prominente indio el capitan solo podia tener un mal presentimiento, la oscuridad que abrazaba a ambos era profunda, ciertamente la antorcha que llevaba cada uno disminuia aquella pesada atmosfera. Pronto el indigena detuvo su andar y giro hacia el capitan y dijo a este:

-Hemos llegado-.

El capitan rapidamente miro hacia su alrededor y solo podia ver las negras sombras de los arboles y palmeras, no podia entender de que trataba el juego, e iba a dirigir un par de palabras cuando su interlocutor lo interrumpio diciendo.

-Pelea conmigo-

-De ninguna manera- contesto en capitán - ¿es que todo esto ha sido una trampa?....

Aquel breve momento basto para que el gran hombre empuñara una lanza y dirigio su gorilesca figura hacia el capitan velozmente, el capitan corrio hacia el, tomo impulso y se proyecto de manos contra el suelo, pronto sostuvo su cuerpo y concluyo la voltereta impulsandose de nuevo con sus manos e impactando con sus botas la cara de el indigena, el capitan logro arrebatarle el arma y velozmente la avento en su contra clavandola a solo dos pulgadas de su cabeza, donde yacia aquella persona en el suelo. Sin esperar reaccion por parte de este se avalanzo de un brinco cayendo en su cuerpo y tomo un cuchillo de el extremo de su pierna, lo desenfundo y empuñandolo en contra de la yugular de su enemigo le dijo:

-No me siento con animos de jugar, y si ha de terminar esto asi, asi sera-

El capitan se contuvo buscando la mirada del indigena cuando una voz rompio aquel silencio.

-Capitan Calamar, ¿puede dejar a mi hombre en paz

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